Espacio sagrado

Espacio sagrado tu cuerpo. Me has mirado y tu huella es ya una cicatriz en mi piel. Si me entrego al tiempo de los tactos y mi noche salvaje llama a la luna no podré volver al mismo bosque nunca más. Un sonido, un ave que se sostiene por el viento; una risa, la de un delfín acariciando corales; una danza, la de nuestro cuerpo bajo el agua y una promesa, contemplarnos sagrados siempre. La ceremonia del encuentro se completó con el grito de lo salvaje y mi pelo entre tus dedos era un camino sin preguntas. Me has visitado en el alma y tu aliento es un nido que cuido y tejo en las noches antes de abandonarme a tu aroma. Y sólo es presente, no olvidar nunca que estamos condenados a vivir instantes sin futuro. Bajo el agua.