miércoles, 13 de abril de 2011

Buscadora de agua

Déjame contarte mi verdad. Eran dias de lluvia y me sentía buscadora; enredada en charcos y cántaros de sueños, encontraba señales para crear una bella historia. Las musas me rozaban con sus suaves pieles y las luciérnagas que habitaban en mi pelo mandaban señales de humo a las águilas. Todo era perfecto para encontrarte. Tomé el camino nuevo, el que en la noche habían marcado las hojas caídas. El crujir de mis pisadas se unía a tu aliento empolvado.Llegabas desde el sur, como quieto, casi invisible y mirando de frente. Tus ojos eran negros y tu pelo estaba escarchado.Te reconocí tras tu máscara, estabas vivo, pero herido. Huelo las lágrimas que se guardan en cajas para olvidar. Tu olor era ese, olor a olvido y evidencia. El impulso de entrar en tí y el de escapar crearon la bella historia. Oí el grito de la savia ascendiendo por todos los tallos del bosque, y supe que la caja se abriría más tarde, tras la lluvia. Me contaste una historia, mientras yo te miraba y sentía calor. Me hablabas de la lluvia, de caminar bajo el llanto de la tierra y yo respiraba agua evaporada; sonreías y no estaba segura de que me hablaras a mí o al viento. Toda una noche de misterio y bosque. Hasta el alba.


Recorro de nuevo este camino y siento mis musas cansadas, las águilas duermen y sigue lloviendo. Me siento hoy buscadora de otro modo y en otra dirección. Oí como se abría la caja de los olvidos no olvidados y como las hojas cerraban el paso. Tu historia era una leyenda inventada, una voz gastada tras la muerte del Amor y tu sonrisa era una mueca dibujada en el perfil de los límites del alma. Descanso de esta cima alcanzada y me entrego a los vientos y las aguas.

Caminamos juntos, a Kilómetros de la verdad, y mi cuerpo sigue brillando luciérnagas, está mojado y siente calor. No importa que no estés. Sólo importa la lluvia.

lunes, 11 de abril de 2011

Pasiones

Sigue así, quiero mirarte, yo te he mirado mucho, pero no eras para mí, ahora eres para mí, no te acerques, te lo ruego, quédate donde estás, tenemos una noche para nosotros, y yo quiero mirarte, nunca te he visto así, tu cuerpo para mí, tu piel, cierra los ojos, y acariciate, te lo ruego, no abras los ojos si te es posible, y acariciate, son tan hermosas tus manos, he soñado con ellas tantas veces, ahora las quiero ver, me gusta verlas sobre tu piel, así, te lo ruego, continúa, no abras los ojos, yo estoy aquí, nadie nos puede ver y yo estoy cerca de ti, acaríciate, amado señor mio, acaricia tu sexo, te lo ruego, despacio, es hermosa tu mano en tu sexo, no te detengas, a mí me gusta mirarla y mirarte, amado señor mio, no abras los ojos, todavía no, no debes tener miedo, estoy cerca de tí, ¿ me sientes?, estoy aquí, te puedo rozar, esto es seda, ¿ la sientes?, es la seda de mi vestido, no abras los ojos y tendrás mi piel, tendrás mis labios, cuando te toque por primera vez será con mis labios, tú no sabrás donde, de repente sentirás el calor de mis labios sobre ti, no puedes saber donde si no abres los ojos, no los abras, sentirás mi boca donde no sabes, de repente, tal vez sea en tus ojos, apoyaré mi boca sobre los párpados y las pestañas, sentirás entrar el calor en tu cabeza, y mis labios en tus ojos, dentro, o tal vez sea en tu sexo, apoyaré mis labios, allá abajo, y los abriré bajando poco a poco, dejaré que tu sexo entreabra mi boca, entrando en mis labios, y empujando mi lengua, mi saliva descenderá por tu piel hasta tu mano, mi beso y tu mano, uno dentro de la otra, sobre tu sexo.


Hasta que al final te bese en el corazón,por que te deseo, morderé la piel que late sobre tu corazón, porque te deseo, y con el corazón entre mis labios tú serás mio de verdad, con mi boca en el corazón tú serás mio para siempre, si no me crees abre los ojos, amado señor mio, y mírame, soy yo, quién podrá borrar este instante que sucede, y este cuerpo mio ya sin seda, tus manos que lo tocan, tus ojos que lo miran, tus dedos en mi sexo, tu lengua sobre mis labios, tú que te deslizas debajo de mí, aferras mis caderas, me levantas, dejas que me deslice sobre tu sexo, despacio, quién podrá borrar esto, tú dentro de mí, moviéndote lentamente, tus manos en mi rostro, tus dedos en mi boca, el placer en tus ojos, tu voz, te mueves lentamente pero hasta hacerme daño, mi placer, mi voz, mi cuerpo sobre el tuyo, tu espalda que me alza, tus brazos que no dejan que me marche, los golpes dentro de mí, es violencia dulce, veo tus ojos que buscan en los mios, quieren saber hasta dónde hacerme daño, hasta donde quieras, amado señor mio, no hay final, no acabará, ¿ lo ves?, nadie podrá borrar este instante que sucede, para siempre echarás la cabeza hacia atrás, gritando, para siempre cerraré los ojos separando las lágrimas de mis pestañas, mi voz dentro de la tuya, tu violencia que me tiene aferrada, no queda ya tiempo para huir ni fuerza para resistirse, tenía que ser este instante, y este instante es, créeme, amado señor mio, este instante existirá, de ahora en adelante, existirá, hasta el final. No nos veremos más, señor. Lo que era para nosotros lo hemos hecho, y vos lo sabeis. Creedme: lo hemos hecho para siempre. Presedvad vuestra vida resguardada de mí. Y no dudéis un instante, si fuese útil para vuestra felicidad, en olvidar a esta mujer que ahora os dice, sin añoranza, adiós.


( Fragmento del libro SEDA de Alessandro Baricco)

sábado, 9 de abril de 2011

Ausencia

Hoy escribo para tí. No te conozco, sé de tí lo que la luna de las mareas. Me alzo y me adentro en el mar sin resistencia, dejándome arrastrar para ser devorada por el misterio de un flujo más fuerte que yo. Me marcho sin despedirme, y vuelvo a la orilla a borrar las huellas de los que caminan solos y recojen conchas amando en silencio. A veces no puedo respirar, y entonces cierro los ojos y mi llanto callado es un grito sumergido y azul. Nada importa, sólo sentir que me muevo, suave o violentamente, con mi piel mojada y una certeza de amar más allá de cualquier paisaje. El mar es mi casa, las aguas que danzan, los lugares en movimiento, los sonidos hipnóticos, las rocas habitadas por ermitaños.


No te asustes, en la noche no me distingo...me alejo despacio, silenciosamente, sin dejar huellas profundas. Sabrás de mí por las gaviotas enfermas, que van a morir a la orilla, dejándose arrastrar por la luna. Búscame entre las gotas de arena, entre las luces de oro de los soles partidos, entre los cristales ajados de una botella con el mensaje del abandono. La belleza es mi nombre y el silencio mi cuerpo.

jueves, 7 de abril de 2011

Dentro del espejo

No hay más belleza, que tu cuerpo haciendo de balsa en mi océano...Llegaste nadando entre aguas grises y no hablabas. Yo flotaba cristalina y escuchaba el roce de tus dedos en el agua.Y no hablaba. Te paraste bajo mi espalda y soplando llegó un pececillo a mi ombligo...y me trajo el mensaje, de oros y esmeraldas, de platas y aceros, de perfumes y fuegos, todo en silencio...no hablaba. Y al mirarte...un latigazo de lluvia...y un ardor en el pecho...una lanza de agua ha entrado en mi cuerpo... Disolviste en segundos el viejo castillo en el que habitaba y un aroma que no era de esta Tierra llegó a mi lengua de águila húmeda. La belleza siempre me derrota y eras un ser bello y diferente; un ser de agua y espejos. Sin hablar dijimos nuestros nombres y un relámpago hizo temblar el cristal de las aguas grises. Era un dia de lluvia y floreció el musgo en la pradera. Todo se me ha nublado ya en la memoria y cada noche sigo en las aguas grises flotando cristalina...sin hablar

martes, 5 de abril de 2011

Piel de serpiente


Mi cuerpo respira... y en cada inhalación me rasgo, hombre caminante de mi vientre, cabalgando en esta luz tenue como la bruma y un rocio recorre mi cuello. Investigo caminos sin salir de tí y jadeas sobre mi espalda haciendo curvas; respiro el destello dorado de mi campo sembrado.

Y puedo besarte y caer en tu pecho; mi pelo se extiende en tu vientre y las bocas se llenan de bosque.

Y busco tu mano, perfecta dirección blanca que es ala y se engancha en mi ala blanca y volamos.

No es una noche, ni una tarde, es una vida en horas que se ensancha y respira y cae la piel de serpiente y me reptas.

Y subo y no encuentro otro lugar que tu boca y beso un deseo y tú le das forma a mi sueño.

Tu olor es una danza en mi cuerpo, me recorre y es luz y sabrosa fruta dulce y ácida

Te vas y me quedo y recojo mi piel perdida y espero que tú u otro tú vengais otro día de lluvia a caminarme.

domingo, 3 de abril de 2011

Sumergirse

Comienzo a sumergirme, lenta y dulcemente, en el océano de mis emociones. Llevo vestidos de gala, piel blanca y nacarada. Todavía estoy a tiempo, aún respiro sobre la superficie; estoy a tiempo de no entrar en las aguas de los cuerpos que aman a hombres pájaro. Me siento líquida, con una extraña paz en mis ojos y un ardor en mi estómago que no calma el sueño. Mi inconsciente te acepta, entras en mis sueños y hablas de lugares y seres fantásticos. Ya me habitas. He de saber distinguir la luz de la sombra, he de proyectar mis cuevas sobre el bosque y dejar que la barca de los tránsitos me desplace sobre el camino sin huellas. Qué mujer soy? Qué pájaro? Qué bestia? Que hombre está llegando? Que vuelo? Qué frontera he de atravesar? Voy a bucear...y abriré los ojos bajo el agua...dejando que la oscuridad sea iluminada por las perlas perdidas.

viernes, 1 de abril de 2011

Danza de lobos

Me he encerrado como Beuys, con los lobos. Quiero convivir con lo salvaje. Tengo miedo y ansiedad, sin embargo hay una fuerza en mi vientre que me impide marcharme. No quiero ser devorada, sólo quiero que me arranquen lo que no necesito. Quiero aprender a morder, a sacar la rabia que me habita nublandolo todo. Y quiero dormir respirando el calor de sus vientres; acogida sin preguntas...mirada como algo salvaje, como una loba más entre aullidos. La calma de un sueño empobrecido ya no me duerme, necesito al águila y al lobo para estar viva. A mi águila y mi loba, a mi selva y mi grito. Se acerca el día de mi partida; he de marcharme y no puedo decir donde. Es un viaje interior...una vuelta al origen