¿ Por qué seguir, me pregunto, saliendo cada día del protector olvido?
Componerse el rostro, dar jabón a las manos, y colonia al espíritu que se deteriora.
Si estoy harto de selvas y marañas que no entiendo, de dolores inútiles y alcohol como sedante.
Harto completamente del inasible tú; de la insatisfacción brutal y cotidiana.
Del sin sentido organizado como torre, y sobre todo, de que la realidad es imposible, y la ficción, unos instantes solos en la mente y la noche cerrada.
Y al corazón de nadie nunca llegas, y nunca se comprende lo que dices, ni -menos- las palabras.
Si los dias, en fin, tan frecuente, me aburren y me duelen, y me cansan, ¿ a qué seguir?, pregunto.
Si me apetece sólo tumbarme blandamente, apagar la luz por que la niebla empieza, y dormir, dormir apacible un largo sueño, un largo olvido, sin médanos ni algas...
( Luis Antonio de Villena)
Qué maravilloso el texto de Villena, increible y casual, hace pocos días estuve leyendo algo de él.
ResponderEliminarA mi me también me gustaría dormir, tener épocas de letargo..donde ya nada es importante.
besos mil