jueves, 7 de abril de 2011

Dentro del espejo

No hay más belleza, que tu cuerpo haciendo de balsa en mi océano...Llegaste nadando entre aguas grises y no hablabas. Yo flotaba cristalina y escuchaba el roce de tus dedos en el agua.Y no hablaba. Te paraste bajo mi espalda y soplando llegó un pececillo a mi ombligo...y me trajo el mensaje, de oros y esmeraldas, de platas y aceros, de perfumes y fuegos, todo en silencio...no hablaba. Y al mirarte...un latigazo de lluvia...y un ardor en el pecho...una lanza de agua ha entrado en mi cuerpo... Disolviste en segundos el viejo castillo en el que habitaba y un aroma que no era de esta Tierra llegó a mi lengua de águila húmeda. La belleza siempre me derrota y eras un ser bello y diferente; un ser de agua y espejos. Sin hablar dijimos nuestros nombres y un relámpago hizo temblar el cristal de las aguas grises. Era un dia de lluvia y floreció el musgo en la pradera. Todo se me ha nublado ya en la memoria y cada noche sigo en las aguas grises flotando cristalina...sin hablar

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