martes, 5 de abril de 2011

Piel de serpiente


Mi cuerpo respira... y en cada inhalación me rasgo, hombre caminante de mi vientre, cabalgando en esta luz tenue como la bruma y un rocio recorre mi cuello. Investigo caminos sin salir de tí y jadeas sobre mi espalda haciendo curvas; respiro el destello dorado de mi campo sembrado.

Y puedo besarte y caer en tu pecho; mi pelo se extiende en tu vientre y las bocas se llenan de bosque.

Y busco tu mano, perfecta dirección blanca que es ala y se engancha en mi ala blanca y volamos.

No es una noche, ni una tarde, es una vida en horas que se ensancha y respira y cae la piel de serpiente y me reptas.

Y subo y no encuentro otro lugar que tu boca y beso un deseo y tú le das forma a mi sueño.

Tu olor es una danza en mi cuerpo, me recorre y es luz y sabrosa fruta dulce y ácida

Te vas y me quedo y recojo mi piel perdida y espero que tú u otro tú vengais otro día de lluvia a caminarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario