jueves, 19 de mayo de 2011

Lobos en las sienes






Mi mundo privado al desnudo. Mi cuerpo bañado en aceite, mi pelo suelto rasgando mi espalda. Y algo que resbala en mis manos, como un pez agonizante.

Dibujo en los perfiles de mi cama animales recolectores de deseo, pequeños híbridos móviles que habitan en mi vigilia embriagada. Arañitas índigo que tejen sobre las alas de las crisálidas mensajes cifrados, pequeñas hormigas de oro que tallan diamantes en mi sonrisa. Mil insectos de amor construyendo un espacio para la llegada de las tormentas.

Acompáñame, tengo el cuerpo lleno de aromas, fruta blanca madura, tabaco y vainilla, anís y laurel, chocolate amargo y frambuesa. Tiéndete a mi lado, te necesito para desprenderme de esta piel.

Deja que te abrace y sople el viento, los horizontes son ocasos que gritan bocanadas de luz. Si me acaricias despacio todo el silencio de los amantes llegará a nuestras bocas y mi alma de amazona saldrá de caza.

Respiro profundamente sobre tu espalda aferrándome a tus manos-ya te dije tan bellas- sin ocultar que te amo.

Las ausencias me llenan de deseo, siento algo cabalgando en mis sienes al abrir mi cuerpo y pensarte en él viviendo aventuras sin frio. Es mi gran fantasia, la de un cuerpo como un mundo, la de una mano como cinco caminos que abren mis piernas y me viajan y me alzan para que sienta el vuelo.

Granadas y destellos, tutús descoloridos, pelucas abandonadas, caos en orden y más luciérnagas escavando túneles en mi garganta.

Ondulo mi cintura y surco las cabelleras de los leones, los aullidos de los lobos, los desgarros de los tiburones. Atravieso el rito de ser dos y grito un verso sin rima.
Hoy no tengo miedo del espanto, que amarte no sea una obligación, que no haya más oscuridad que la de la verdad mirándonos. Si has de irte a otro pecho y viajar en otra boca, traza el mapa y camina. Trasciende los límites y el tiempo, conviérteme en la respuesta a la incesante pregunta de por qué amar bajo el yugo de la esclavitud a un cuerpo.

Yo hablo de otra cosa, quiero verte por dentro, saberte único y amarte encendiendo signos abiertos, todos los sentidos para imaginar la flor de tu semilla, para dejar las lejanías y ser sendero tú, dos y uno a un tiempo.

Pimienta y canela, caramelo y crema, me vuelve loca ese pensamiento, me diste olores para una vida eterna y sobre este pequeño lienzo te pido hoy, con mansas caricias sobre mi pelo que seas posada a mi desaliento, pues lo dulce y lo suave ha sido escaso en mi cuerpo.

1 comentario:

  1. Qué bellez la foto y que intensas tus líneas. Me declaro abiertamente adicta a la poesía, a tu poesía.
    Me doy cuenta de que tengo un prejuicio, he sido consciente esta mañana, auque creo que ya lo intuía. No soporto a la gente atipoética, me da miedo, destroza la magia, rompe mi mundo.
    Me iré a esconder en una caracola...donde siempre se escucha el mar.

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