Sueño

A veces sueño y a veces despierto. Despierto cortando hortensias y rasgando papeles, inclinada sobre los cuerpos de las mariposas, con las páginas abiertas de un libro dormido.

A veces los truenos caminan por mis sueños y el pecho se me agita y lo siento roto. A veces mis pinceles son grises y escalan por mi cuerpo pintando las curvas de mi boca seca. Tomo despierta venenos y antídotos y mi cansancio tiñe el techo de humedad y trenzas enredadas.

La danza de mis raices se abre paso en la tierra y mis pies se hunden en el fango suave. A veces los trenes pasan por mis sueños y el billete arrugado está en mi mano al despertar. Viajo lejos en este presente y me encuentro en la orilla de un lago lleno de perlas negras.

Soplo en la densidad y la bruma me perfila con la espalda fria y mis manos llenas de lenguas de fuego.

Alguien toca mi pelo y no sé si duermo o estás ahí, devorando los minutos que hacen cosquillas en las yemas de mis dedos.

A veces sueño y a veces vivo. Vivo plantando poemas en los jardines de tu mirada, recortando pequeñas palabras de los diarios viejos, susurrando canciones que hablan de miedo.

A veces vivo y cuando sueño los peces son cristalinos y en su vientre bucean hombres águila. A veces vacío el compost de mis recuerdos y quemo serpientes y me siento a esperar que crezcan mis bucles. A veces mis monedas son una cara con la cicatriz de una cruz.

A veces juego y me tiendo desnuda sintiendo la lluvia llenar mi ombligo. A veces sueño que llegas sin decir nada y que tu cuerpo se tiende a sentir mi piel traspasada por el mundo.

A veces despierto y escribo razones y a veces sueño que vuelo sobre los campos de verde pradera.

Sólo a veces tejo la vida y el sueño y entonces no escribo y vivo.